CERO A ZEROLO

Como con los envíos de tropas de “paz” con que Zapatero obsequia a Afganistán, Kosovo y Líbano pensaba yo que iría ahora a humanizar a los marroquíes enviando a Zerolo tras la detención por parte de nuestro libertario y demócrata vecino de veintiún tipos por ser homosexuales.
En Marruecos ser homosexual es un delito, debiera estar en nuestro código penal penado el mirar para otro lado cuando abanderas –presuntamente- libertades y “alianzas de civilizaciones” que tras esta pasividad y falta de coherencia se convierten en memeces y posturas para la galería.
Pedro Zerolo de unos años hasta ahora se ha convertido en la vedette con rizos y barba rasurada en las defensas del matrimonio gay, amén de cualquier tema que fuera defendible y asociable al mundo homosexual. También se tatuó la pancarta del ‘No a la guerra’ o cualquiera que pusiera en peligro las libertades de este planeta. Ha defendido a capa y espada a los palestinos pasando por alto con agilidad y destreza a los centenares de autobuses reventados y hechos añicos a la par de mezclados con trozos de carne humana –israelí- cuando algún ferviente seguidor del bando “bueno” se inmolaba llevándose por delante niños y familias. Israelitas, eso sí.
Por eso sorprende que Zerolo no se monte en una de las numerosas pateras que llegan a nuestras costas y haga el viaje de vuelta con once ‘osos’ de Chueca para homenajear a esos pobres que no pueden osar ser, simplemente, lo que son. Sería gracioso ver a Zerolo y su pandilla llegar en tanga a Tetuán, con pancartas contra la dictadura marroquí y cánticos legendarios cómo el “maricones, somos todos”.
Pero eso no puede pasar ya que hay gente que se llena la boca con palabras como ‘libertad’ para después perder por alguna cavidad corporal todas las letras de la misma.
Con estas actitudes falsarias Zerolo y gentes como él están destinados a cuando dejen de competir políticamente a participar en concursos televisivos donde las apariencias siempre engañan.
Lástima de oportunidad perdida. Y van…