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vivajapon

LOS PÁJAROS DISPARAN A LAS ESCOPETAS (¿DÓNDE ESTÁN LAS BALAS?)

Llevo desde hace años escuchando la monserga de ciertos políticos catalanes -básicamente los que creen que son una nación- que disparan con escasa gracia al resto del país basando su ira de parvulario en la supuestamente injusta financiación estatal que no da más al que dice que da más.
Según esta parte de los catalanes la comunidad autónoma que más genere debe ser la que más reciba. No sé lo que pensarán de esto los ilerdenses ya que si algún día Cataluña es un país ellos serán los más abandonados sepultados bajo este gracioso sistema de financiación que los de la senyera estelada creen que es el correcto que arranca de una profunda y manifiesta insolidaridad. Por eso regla de tres, Barcelona se llevará todo y Lérida, Gerona y Tarragona tendrán que joderse como ahora Extremadura y Castilla-La Mancha ya que “no generan lo que deben”. El capitalismo del punch de Partagás defiende exactamente lo mismo: para el empresario explotador que factura millones de euros más y para el mileurista una cesta de navidad con turrón duro del Caprabo y del blando -ya endurecido por ser de la cosecha pasada- del Día.
Cataluña hoy es supuestamente un feto de nación que entre sus presupuestos locales promueve millonarias partidas para el cine porno –si es en catalán- o para ferias del libro internacionales –aunque en Francfort nadie se interesara por los sectariamente elegidos escritores en ‘la nostra llengua’-.
Tan cansinamente han proyectado su queja estos Paco Martínez Soria de Cataluña que uno acaba por tener hartazgo. Lo peor, otros que de tanto martilleo acaban por creérselo. Y lo delirante, la cantidad de extremeños y castellanos que se ponen ese pijama xenófobo para ir al bar de Santa Coloma de Gramanet a jugar al dominó descargando su flema contra “este centralismo que tanto jode a Cataluña”. “¿Para qué querrán autopistas en Asturias?”, piensan algunos domesticados de procedencia castellana.
Tuvimos tángana con el dichoso trasvase del Ebro. Los de la boina atornillada dijeron todo tipo de sandeces y ZP reculó defendiendo el que cada uno se busque su agua. Y han pasado pocos años y ahora resulta que a la tortilla –española, por supuesto- se le ha dado la vuelta. Y de este cambio de tercio divino resulta que se tendrá que embarcar agua de la desaladora de Carboneras para abastecer a una comunidad catalana con futuro sediento ante tanta sequía ya que los embalses están como las cabezas de algunos: al ocho por ciento de su capacidad. Porque lo de rezar para que llueva no es considerado progresista entre la manada de hienas con coche oficial por cuenta de Madrid, ¡qué eso si que viene de ahí!
Ya quiero ver duchándose con agua española del desierto de Almería a Carod, ese personaje que chulescamente sacó a ese enfermo que lleva dentro para decir que no quería olimpiadas para Madrid. O a ese Ridau que promulga al empresariado catalán “a no invertir en territorio español” lavarse los dientes con agua del Reino. Y a Puigcercos ponerse esos trajes ceñidos lavados con agua bendita con los que intenta esquivar su obesidad clamorosa.
El mundo se ha vuelto loco… ¿O no? Los pájaros disparando a las escopetas y las balas poniendo sus pinreles en remojo… y no precisamente con aguas del manantial de Viladrau.

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