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RAMÓN MUÑOZ, CUANDO LA COLUMNA SE HACE DESDE EL MÓVIL O ASCIENDE DESDE EL VATER

Un día escuché a un columnista que decía que a veces hacía las columnas desde el móvil porque no había tenido tiempo de escribirlas o porque no sabía bien lo que iba a decir. Tamaño desastre se da en España –y no sospecho que en muchos más países- por el estiramiento de loquero de muchos de los que escriben que desean, a toda costa, salir guapos en la foto sin sentido que siempre decora la columna.
Hoy han estado a punto de matarme. Un vuelo normal que no se ha transformado en un entierro masivo de milagro. Y no miento. Pero al llegar al hotel un amigo me envió el enlace donde uno que firma como Ramón Muñoz se descolgaba con lo más parecido a la columna de mierda.

http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/Chinofilia/elpepirdv/20090802elpepirdv_3/Tes


Para realizar una comparación exactas es como si vas a comer pescado y te ponen carne. O mejor aún, como si vas a sacar al perro a defecar junto a su árbol preferido y al final el que se baja los pantalones y planta un pino eres tú. Ramón Muñoz, en una desconcertante columna llamada ‘Chinofilia’, pone a los chinos como la raza del presente y del futuro por los siglos de los siglos. Le ha faltado defecar por la tecla que hasta son máquinas sexuales de entrepierna voluminosa y pelo en pecho. De vergüenza ajena.
Debe ser terrible escribir sobre algo que no sabes y no dar ni una. Por que hasta mi madre, errática perpetua futbolística, acierta tres de catorce en cada perdida quiniela. Pero este, Ramón Muñoz, se saca los colores pensando que trabaja en el diario de la pedanía del pueblo abandonado. Otro error más.
Dice Muñoz que los chinos son “hacendosos, inteligentes, amables, reservados y discretos”. Con toda esta retahíla de errores como hemorragias puedo afirmar que nunca ha estado en China. Y lo que es peor, que los supuestos chinos de la tienda de debajo de su casa son vietnamitas. Sigue administrando mentiras con gazapos tan contestables como que “no montan trifulca alguna, no bocinan -¿te refieres a que no tocan el pito?- en los atascos y no montan comidas campestres en los parques públicos”. Es probable que las fuentes informativas de este sinólogo de wikipedia hayan sido los amiguetes comunistas del bar de abajo, aquellos que creen todavía que Fidel y el Che son los equivalentes a nuestros días de Cristiano Ronaldo e Ibrahomovic. Por cierto Ramón, cutre manera de meter nombres de futbolistas en columnas inventadas de verano. Yo sólo te lo recuerdo en también triste homenaje.
Desconoce a pies juntillas que China copia hasta en los andares a Hollywood o lo que se le parezca –que a veces es el extrarradio de Móstoles- y en el colmo del no saber dice que los chinos “no son nacionalistas y no adoran enfermizamente a su bandera”. A partir de este punto dejé de leer. Luego volví a terminar por que le quedaba un párrafo. Pero por primera vez me fui a excretar con la idea en la cabeza de exigir control anti doping a columnistas. ¿No hay correctores –verificadores- de columnas en los diarios? Y sobre todo, ¿en los de postín?
Pues el majo de Ramón Muñoz nos dejó para el final la traca perfecta que confirma que este piensa que China es frontera con Japón, los noodles son los espaguetis pero sin tomate y que los tibetanos son una tribu africana que se quedó atrapada en el Himalaya una mala tarde de viento y nieve. Ventisca. ¿Es acaso “leyenda urbana” que los chinos no cocinan animales domésticos? ¿Acaso crees, Muñoz, que los chinos piensan –hablo de la mayoría- que un gato o perro es doméstico? Se come perro en buena parte de China. Una raza especial, pero canina. Hasta hace décadas se engullían hasta a los caniches, si es que pasaba alguno. Si me apuras, hasta se jalaban a los columnistan perros. ¡¿Y los gatos?! Pero bueno, me dejo para el final a las cariñosas ratas que rellenan desde la intemerata los ‘jiaozi’ mañaneros de la China rural y capital. Y todos siguen vivos. Y no me refieros a los gatos y rodeores. Y si no, ¿qué más da? ¿Es que acaso hay censo o gente que pregunte por los que faltan? ¿Gatos y rodeores? ¿Personas humanas?
Gracias Ramón Muñoz por deleitarnos. Sólo espero que si algún día vienes a China no elijas la salida por la entrada y te vuelvas sin haber corroborado que la columna de hoy o es una sarta de mentiras –eso espero- o de torpezas. Y nada, ahora vete al chinito de abajo y le ayudas a hacer los deberes. ¿A ver si le explicas lo que es Japón? Que aquí sólo les enseñan –violan cerebralmente- que son asesinos en serie. Y la próxima columna por lo menos hazla desde el móvil. Y desde el chino de abajo, a ser posible.

1 comentario

Sergio -

Desde luego te has lucido. Mezclas churras con merinas de una manera tremebunda. Y, ojo,, de acuerdo contigo, el Ramón éste, quizá no ha acertado en todo, pero es que tú, nene, confundes la velocidad con el tocino. Vamos que haces un reductio ad Hitlerum en toda regla. Anda y dedicaos ambos a otra cosa, Ramón a no escribir artículos, y tú a no escribir blogs, majo. Ni idea.